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El plan estratégico en las pymes 
de Gestión empresarial y demás de JAM
El otro día leí una frase que tiene la misma filosofía que una que suelo decir yo al hablar de la planificación estratégica y los objetivos asociados a ésta. Yo digo: "Salgo de casa con traje y corbata, ¿voy bien? Igual sí o igual no, depende de si voy a la playa o voy a trabajar". La frase que leí es de Alicia en el país de las maravillas en la que el gato Cheshire le dice a Alicia: "Si no sabes a donde vas, ¿qué importa el camino que elijas?".
Es sorprendente ver el número de empresas, sobretodo las pymes, que carecen de un plan estratégico. En mi opinión los principales motivos pueden ser dos:
- Dejarse llevar por el día a día, por lo urgente y no lo realmente importante
- Pensar que un plan estratégico es algo solo para las grandes empresas
Todas las empresas deben tener un plan estratégico por todo lo que ello implica: hacer un análisis DAFO, elaborar una misión, visión y valores. Es decir, delimitar el terreno de juego, saber a qué nos dedicamos, cuáles son nuestros objetivo, en qué somos buenos, en qué debemos mejorar y además montar un cuadro de mando integral para hacer un seguimiento de las cosas importantes, porque todo aquello que no se mide no se sabe si mejora, y además, todo lo que no mejor empeora.
Y digo que todas deben tenerlo por el hecho de pararse a pensar e incluso escribirlo para no desdecirnos a nosotros mismos dentro de una semana, un mes o un año. Además, con esto todas las personas que forman parte de la organización lo tendrán claro y sabrán a qué atenerse.
Lo ideal es que todas las personas que integran la organización tomen parte en el proceso estratégico para que de este modo todos lo sientan como algo suyo y no algo impuesto por la dirección. Sé que hay empresas con muchos trabajadores pero en ningún caso esto es obstáculo puesto que se pueden hacer pequeños grupo o incluso usar herramientas 2.0.
En esta vida, ya sea la personal o empresarial siempre es necesario hacer de vez en cuando un alto en el camino, pararse a pensar, definir lo que quiero hacer y retomar la marcha con más fuerza, porque sino, seguiremos sin saber si vamos a la playa o trabajar y cada día que salgamos de casa tendremos esa incógnita y no seremos efectivos.
